En los años cincuenta del siglo pasado, en Estados Unidos circulaban camionetas que iban recogiendo a personas con dolencias psíquicas. Las llevaban sin su consentimiento a “manicomios” dónde se les practicaban lobotomías. Las lobotomías dañan el lóbulo prefrontal. Es la parte más importante del cerebro. Al dañarla sedamos de por vida a una persona. Ésta deja de ser consciente de su propia existencia. En muchos casos, los propios familiares entregaban a sus allegados a la administración. Se sentían avergonzados de sus propios hijos. Estos acababan en enormes hospitales dónde se amontonaba a los enfermos. Episodios traumáticos que también sucedían en nuestro país.
Más tarde se introdujeron las terapias electroconvulsivas que no fueron ilegalizadas hasta 1977. Los electrochoques son abusos médicos que han servido para acabar con brotes psicóticos. El sufrimiento es brutal y aunque puede servir para tratar la depresión, las crisis de angustia y los brotes psicóticos, pueden tener efectos secundarios tan graves como el de las lobotomías. Aunque se ilegalizaron, existen algunos hospitales en los que se siguen utilizando en pacientes con trastornos psiquiátricos graves que no responden a la medicación.
El cine anglosajón nos ha mostrado la cruda realidad que se vivía en los años sesenta y setenta. Concretamente tras el rodaje de “La Naranja Mecánica” de Stanley Kubrick en 1971 y sobre todo tras el estreno de “Alguien voló sobre el nido del cuco” en 1975. Película dirigida por Milos Forman y protagonizada por Jack Nicholson. Un intenso drama que visibiliza las condiciones represivas bajo las que vivían los pacientes con trastornos psiquiátricos en los hospitales de aquel entonces. One Flew Over the Cuckoo’s Nest fue la segunda película en obtener los cinco principales premios de la Academia: mejor película, mejor director, mejor actor, mejor actriz y mejor guión adaptado. Filmaffinity le otorga un 8,3.
En 2022, por fin se rueda una película centrada en los “manicomios” en España: Los renglones torcidos de Dios, aún disponible en Netflix, combina suspense y terror psicológico. Muestra la cruda realidad de los centros psiquiátricos españoles de los años de la transición. No es una película divulgativa como ocurre con Modelo 77 (2022). Ojalá que el próximo rodaje sobre los ahora hospitales de salud mental, venga de la mano de Alberto Rodríguez Librero. Pero Los Renglones Torcidos de Dios, dirigida por Oriol Paulo y brillantemente protagonizada por Bárbara Lennie, es una primera aproximación que sirve para centrarnos en las injusticias que se han cometido sobre un colectivo minoritario a lo largo de la historia y en la actualidad. Según tengo entendido, las unidades de agudos de los hospitales mentales de hoy en día, siguen siendo lugares perturbadores y deshumanizadores. Pero los avances desde los años setenta, han sido muy significativos.
Cómo dice mi psicóloga, en los hospitales mentales se sigue apostando por la búsqueda de un diagnóstico y un tratamiento farmacológico. Se actúa igual que en traumatología o dermatología. Se olvidan de las diferencias tan complejas que existen entre los pacientes. Deberíamos fijarnos menos en las teorías Freudianas y apostar por terapias cognitivo-conductuales. Terapias sobre la conducta y el comportamiento.